
POKEMON: LOS SECRETOS DE LA SELVA - ¡AHÍ VÁ LOS MONETES!

Llevamos ya tantos años con esto de Pokemon que mi seguimiento de la franquicia es de lo más irregular a pesar de mi amor por ella. Y es que en 25 años la vida da muchas vueltas y en ese tiempo todos pasamos por multitud de fases. Desde una infancia tardía bañada en Pocket Monsters, pasando por una adolescencia tontísima alejado de todo lo que huela a dibujos animados, para terminar en una madurez en la que he podido volver a reunirme con mis amigos de toda la vida sin complejos y preparado para disfrutar lo que esté por venir.
Hoy nos interesa hablar de la parte animada de Pokemon, pero voy a hacer un breve resumen de este viaje con los videojuegos para que entendáis lo que tengo que contar. Después de bajarme del carro en Pokemon: Oro/Plata/Cristal no volví a la franquicia hasta Pokemon Go y Pokemon: Sol/Luna. Esto quiere decir que mi contacto con la serie animada (y sobre todo con las películas) comprende más o menos la misma franja de tiempo.
Pokemon ha sacado en todo este tiempo, la friolera de 23 películas. Una cifra nada desdeñable si comparamos y vemos que anda a la par con una de las más longevas de la historia del cine como es James Bond 007. Recuerdo con muchísima ilusión ir a ver Pokemon: La Película (Mewtwo contraataca) al cine de pequeño con mi hermano (incluso ir varias veces para conseguir las cartas exclusivas que regalaban con la entrada). Pero ahí se quedó la cosa con el paso de los años, al igual que me sucedió con los videojuegos.
Cuando recientemente quise hacer un acercamiento a las películas y la serie me di cuenta de que no me enteraba de nada, ni entendía bien por donde iban los tiros (que narices, parece que incluso algunas ni llegaron a salir de Japón), lo que venía a confirmar mi absurda creencia de que la serie en cines andaba de capa caída. Y ahí es cuando el Señor Pokemon vino a darme en las narices: a partir de la película número 20, Pokemon: Te elijo a ti, las películas de Pokemon han realizado una especie de "soft reset". Se han desvinculado completamente de la serie, y han iniciado su propio viaje siendo lo que siempre han sido: aventuras especiales de Ash y Pikachu, que podrían tener lugar en cualquier momento de su aventura para convertirse en Maestro Pokemon, y con la presencia de algún pokemon singular o legendario de nuevo cuño.

Siguiendo esta fórmula no puedo estar más contento con la "trilogía" que hemos podido disfrutar desde entonces (si no contamos el remake de Mewto Strikes Back, que no es que no me haya gustado, Consha, es que es un remake de la orginal, no forma parte de esta nueva tanda de películas). Porque a pesar de que no pude ir a ver Pokemon: Te elijo a ti por coincidir con mi boda y viaje de novios; de que me perdí Pokemon: El poder de todos por problemas personales serios; y que Pokemon: Los Secretos de la Selva no llegó a estrenarse en cines en España por culpa de la pandemia. Pues he disfrutado todas ellas con muchísima ilusión junto a mi pareja (y esta última con mi niña pequeña, que aunque no entiende que pasa, los pokemon de colores le llaman muchísimo la atención) aunque haya tenido que ser en servicios de streaming en casa.
Si hablamos un poco de Pokemon: Los Secretos de la Selva (que imagino que para eso has entrado en este artículo) nos encontramos ante una historia clásica de película Pokemon. Ash y Pikachu llegan a una nueva ciudad (no se especifica en que región se encuentran, como viene siendo habitual desde este nuevo reseteo, aunque por cuestiones obvias la presencia de pokemon de Galar es importante) y como es habitual se encontrarán cara a cara con el conflicto entre un pokemon de leyenda y alguna corporación malvada que pretende explotar sus recursos.

En este caso los protagonistas son un grupo de Zarude que protegen su manantial sagrado de aguas curativas que se han de oponer al Dr. Zed que pretende encontrarlo para explotar sus recursos. Como hilo conductor tenemos a Coco, un niño huérfano en la selva que ha sido criado por uno de los Zarudes al que llama Dada (y así de paso tenemos 2 formas para coleccionar en los juegos, con y sin capa). Como es habitual la película plantea temas como el vínculo entre humanos y pokemon, la amistad o la identidad de uno mismo en relación a tus sentimientos y no a tu lugar de procedencia.
La película se pasa de forma amena y cuenta con un nivel de animación que ha ido subiendo con cada nueva entrega pero que, a riesgo de repetirme, me parece sobresaliente en estas últimas tres películas. Como curiosidad, vuelve a ser típico que todos los pokemon de nuevo cuño para las películas sean capaces de hablar (de una forma u otra) con los humanos. No siendo literalmente el caso de los Zarude, a quienes como espectadores si que podemos entender, pero que es Coco el que se encarga de traducir ante los demás humanos.

Una pena que no haya forma de hacerse en España con estas tres películas en formato físico, y que los estrenos en cine hayan disminuido hasta unos pequeños pases contados con los dedos de la mano. Las películas de Pokemon eran el gran fin de fiesta de la franquicia cada año, y en pleno boom de Pokemon Go (juego que celebra con eventos cada nueva entrega) se le encoje a uno el corazón viendo lo difícil que es disfrutar de estas entregas en la gran pantalla o con gran público. Si, es cierto que un año después podemos verlas en servicios de streaming, pero aún así, la comparación es dolorosa si tiramos de recuerdos de infancia.
Y esta comparación es todavía más dura cuando vemos como precisamente, parece que la saga se ha revitalizado con especial buen gusto en estos últimos 5 años. Si no las habéis visto, os recomiendo que le echéis un ojo a las 3 películas, podéis verlas sin problema en Netflix. Para mi la mejor con diferencia es Te elijo a ti pero podéis hincarle el diente a Los Secretos de la Selva sin conocer nada sobre Pokemon y aún así os resultará un producto bastante entretenido.
Ahora os dejo, que tengo que ir a mi Nintendo Switch a descargarme mi Dada Zarude y mi Celebi variocolor. ¡Nos vemos en la próxima aventura Pokemon!