METROID FUSION - SAMUS SE PONE X

¡Hemos llegado! El viaje que decidiéramos empezar hace unas semanas, repasando los 4 primeros Metroid de la saga en dos dimensiones ha culminado con este Metroid Fusion. Tras Metroid Zero Mission, Metroid: Samus Returns y Super Metroid (con el bonus del manga de la serie); nos hemos encontrado con el que quizás haya sido el momento más dulce de todo este viaje.
Como siempre, un poco de ponernos en situación. Metroid Fusion creo que fue el primer juego de la saga que probé (no estoy seguro si antes le llegué a dar un tiento al primer Metroid Prime). Pero claro, en aquellos años mozos uno no tenía claro donde se metía, y sobre todo, cuales eran las conexiones con el resto de la serie (ni siquiera tengo claro que fuera consciente de que había un resto de la serie).
Por eso, ahora que he vuelto desde hace ya casi 20 años sin tocarlo, me he encontrado con un buen número de sorpresas que no supe apreciar en su momento y que convierten a este juego, posiblemente en el mejor de la serie (veremos a ver que nos trae Metroid Dread en unos días). Pero antes, hagamos un pequeño repaso a lo sucedido hasta ahora (intentaré no entrar en muchos detalles, pero ya empieza a costar mantenerse libre de "spoilers").
Tras acabar con Mother Brain y los Piratas Espaciales en Metroid Zero Mission, acabar con la totalidad de los metroids en Metroid: Samus Returns en SR388 y regresar a Zebes para acabar de una vez por todas con la amenaza de los Piratas Espaciales (vemos que Samus es muy de acabar con cosas), donde la última cría de metroid se sacrifica por salvarle. Por fin parece que todo ha terminado de una vez por todas. Por lo que Samus recibe el encargo de acompañar a un equipo de investigación a SR388 para ver como ha evolucionado el ecosistema del planeta en ausencia de los metroids.

Es entonces cuando una extraña criatura atacará a Samus, dejándola inconsciente horas después y al borde de la muerte. Este parásito, conocido como X, solo remite al ser inoculada con una vacuna hecha con los últimos restos de cultivo celular de metroid, vacuna que además vuelve a Samus inmune al parásito. Algo que le vendrá muy bien ya que la estación donde han llevado los descubrimientos del planeta y los restos del traje infectado de la cazarrecompensas, ha lanzado una señal de auxilio.
Lo primero que llama la atención muy positivamente en el juego, es que es el más narrativo de todos. Metroid Fusion no sólo cuenta con una cinemática de introducción a base de ilustraciones como el resto de títulos vistos hasta la fecha. Ahora también asistimos a varios textos introspectivos sobre los pensamientos de Samus, pero aún más importante: Durante toda la duración de la partida, contaremos con un interlocutor (la inteligencia artificial de la nave) que nos irá contando en todo momento qué es lo que está sucediendo y cual es nuestro próximo objetivo.

De esta forma la historia no sólo avanzará al inicio y final del título (como ocurre en el resto de juegos de la saga) si no que en todo momento tendremos una sensación de progresión narrativa constante. Esto, sumado al excepcional diseño del mapeado en este juego hace que el avance por la estación sea posiblemente el más satisfactorio hasta la fecha. Además de que en todo momento contaremos con diferentes tareas relacionadas con el funcionamiento de la base (además de los habituales de ir aniquilando a todo jefe final que se ponga en nuestro camino).
Pero ahí no acaban los detallitos que convierten a este Metroid Fusion en uno de los más especiales. Para empezar el traje de Samus es completamente diferente al que había llevado hasta ahora (una decisión estética que no termina de convencerme pero que obedece a una forma de diferenciar el pixelart de nuestra protagonista del de nuestro nuevo enemigo, el SA-X, una copia malvada de Samus). Esto, además, no es totalmente gratuito: gracias a la vacuna metroid que le ha salvado la vida, ahora Samus es extremadamente vulnerable al frío, por lo que la dinámica de obtención de poderes se verá afectada (por ejemplo no contamos con rayo de hielo, fundamental hasta la fecha, si no que podremos actualizar nuestros misiles a misiles de hielo).

Dicha obtención de poderes también varía significativamente. Al no haber más estatuas Chozo que mejoren nuestro traje, dependeremos de aquellas que la Federación quiera enviarnos además de las que obtengamos luchando contra el propio parásito X. Si todo esto no es suficiente, podemos añadir a la fórmula una oscura conspiración de la Federación para intentar recuperar a los metroids como armas biológicas, el retorno de algún enemigo clásico y nuevas conexiones con el manga (que después de este Metroid Fusion empieza a parecerme mejor hilado de lo que analicé en un principio).
Lo he dicho y lo repito: Metroid Fusion es el mejor juego de la serie, pero lo es una vez que has disfrutado todos los anteriores. Lo que convierte la saga en un producto redondo y perfectísimamente planificado desde hace ya la friolera de más de 20 años. Y que me pone la piel de gallina al pensar lo que está por llegar con Metroid Dread (y que me temo, por aquellos que estén cansados de tanto Metroid en La Batalla por la Cultura Pop, que va a forzar el que nos pongamos con el resto de juegos en 3D más pronto que tarde).

No sólo estoy en la obligación de recomendar Metroid Fusion como un imprescindible de Game Boy Advance. Tras ver lo que me ha llevado completar los cuatro títulos de la serie hasta ahora y las expectativas generadas por Metroid Dread creo que cualquier jugón que se precie debería hincarle el diente a la saga.
Y esto hace que me avergüence profundamente de no haberme puesto en serio con Metroid hace muchos años...